Transformadores de energía
Los transformadores se utilizan en situaciones en las que es necesario ajustar los parámetros del suministro de energía a los requisitos del receptor de electricidad. El principio de funcionamiento de los transformadores se basa en la transferencia de energía eléctrica de corriente alterna a otro circuito. Esto se hace por inducción, pero manteniendo la frecuencia, pero el valor del voltaje cambia. La construcción de los transformadores se basa en un núcleo y una bobina de acero. La primera parte sirve como circuito magnético y permite la conducción del flujo magnético. Alrededor del núcleo se enrollan devanados de cobre o aluminio, es decir, una bobina. Los devanados que se encuentran en los transformadores de potencia pueden ser primarios y secundarios. En ambos casos la energía se transmite a través del campo magnético, pero en el caso del devanado primario se toma de la fuente y en el devanado secundario se envía al receptor. Podemos conocer las propiedades de un transformador determinado comprobando el llamado la placa de características. Las cantidades allí descritas definen las condiciones de funcionamiento para las que se construyó el transformador. Los datos básicos son: potencia aparente, tensiones y corrientes en el lado secundario y primario, método de refrigeración, tensión de cortocircuito, masa y pérdidas nominales. Recuerde que la mayoría de los transformadores están diseñados para funcionar en climas moderados. Por lo tanto, no deben instalarse a más de 1000 m sobre el nivel del mar. Además, deben colocarse en habitaciones ventiladas o espacios abiertos, sin que la temperatura ambiente supere los 40 °C. Los transformadores de potencia tampoco deben entrar en contacto con sustancias químicamente activas e inflamables. En cuanto a cargas admisibles, los transformadores incluidos en la oferta EL12 se adaptan a condiciones acordes con la norma europea PN-71/E-81000.