Ropa de protección y salud laboral.
La ropa de protección debe distinguirse claramente de la ropa de trabajo, ya que su tarea principal es proteger al empleado contra lesiones y el impacto de factores nocivos, como por ejemplo las altas temperaturas. Sin embargo, cada vez más los fabricantes de este tipo de productos también se aseguran de que la ropa de protección aumente la comodidad y el confort en el trabajo. Sin embargo, para ello es necesario seleccionarlo según su uso y ajustar adecuadamente el tamaño. La ropa de protección también debe cumplir con las normas de seguridad y salud en el trabajo. La protección adecuada de los empleados es responsabilidad del empleador, pero sólo cuando existen factores nocivos en el lugar de trabajo, tales como: alta o baja temperatura, vapores y gases, altos niveles de ruido, sustancias corrosivas, agua, fuego, electricidad o cuando existe riesgo de lesiones personales. Los elementos básicos de la ropa de protección son: monos, abrigos, delantales, capuchas, calzado, guantes, cascos, mascarillas y gafas. A la hora de elegir la ropa adecuada hay que prestar especial atención a las normas de seguridad, porque, por ejemplo, diferentes gafas protegen de diferentes factores. Con los guantes pasa lo mismo y los habrá diferentes, por ejemplo los de electricista, y otros serán termoaislantes. El calzado de seguridad debe tener unas características específicas en función de la necesidad. Puede ser, por ejemplo, antipinchazos (tiene un inserto de acero en su interior) o antideslizante. Los guantes pueden ser antiestáticos, antivibraciones, resistentes a productos químicos, resistentes al calor, aislantes eléctricos o resistentes a cortes. La oferta de El12 incluye sets compuestos por varios tipos de guantes. Los cascos de protección constan de tres elementos: carcasa, arnés y correa principal. La calota es la parte exterior que da forma y neutraliza el impacto en caso de peligro, mientras que el truss se adhiere directamente a la calota y su función es absorber el impacto. Los cascos más avanzados a veces se denominan cascos de seguridad y protegen toda la cabeza contra lesiones. Los cascos y cascos se pueden encontrar en versiones combinadas con, por ejemplo, gafas o pantalla facial, así como con orejeras que protegen contra el ruido. A la hora de elegir gafas y antiparras hay que tener en cuenta su uso porque, según el tipo, protegen los ojos contra fragmentos, líquidos, humos, radiaciones UV y luces nocivas. Las máscaras protectoras protegen contra salpicaduras, líquidos, polvo, radiaciones y daños mecánicos en la zona del rostro. Las versiones equipadas además con filtros protegen las vías respiratorias.