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Iluminación del lugar de trabajo
La selección de la iluminación en el lugar de trabajo es un factor muy importante que influye en el confort y la seguridad de los empleados, pero también en la calidad de las tareas realizadas. Es muy importante que el empleado tenga la capacidad de percibir y notar rápidamente los detalles, porque esto reducirá el riesgo de sufrir un accidente en el desempeño de sus funciones. Además, una mala iluminación en el lugar de trabajo puede provocar malestar y fatiga. Estos, a su vez, tienen un efecto desmotivador en el empleado. El lugar de trabajo se puede iluminar de tres formas: luz natural, luz artificial o una combinación de ambas. La luz del día es la luz más natural para el ojo humano, pero no siempre es posible iluminar con precisión la habitación con ella. En tal caso, es necesario colocar una iluminación adecuada. La iluminación del lugar de trabajo debe adaptarse al tipo de actividades realizadas. Un oficinista necesita una luz diferente a la de un soldador o un carpintero. Sin embargo, independientemente del terminal aéreo, la superficie de trabajo (por ejemplo, el escritorio o la línea de producción) debe estar iluminada de manera uniforme. Si es posible, se debe eliminar la aparición de sombras y penumbras, ya que a largo plazo irritan la vista del empleado. Tanto una iluminación demasiado intensa como una iluminación demasiado débil pueden ser perjudiciales. Para reducir los efectos de iluminación no deseados, se deben seleccionar los elementos de iluminación adecuados (p. ej. pantalla opal, reflector, lamas). Al instalar iluminación en el lugar de trabajo, compruebe si no hay caída de tensión en las lámparas. Si empiezan a parpadear (se encienden y apagan a alta frecuencia), esto también constituirá una carga para la vista humana. El empresario debe leer las directrices detalladas sobre iluminación en el lugar de trabajo, que se pueden encontrar en el Código del Trabajo y las normas europeas (PN-EN). Incluyen, entre otros: Valores de intensidad de luz requeridos, expresados en lux (lx). Se refieren a actividades y puestos de trabajo específicos. Por ejemplo, para un soldador, el estándar supone una intensidad mínima de 200 lx, y para un mecánico que realiza tareas manuales muy precisas, este valor ya es de 1000 lx. El cumplimiento de estas normas no sólo mejorará la seguridad, sino que también traerá beneficios en forma de una mayor productividad de los empleados.